Abordamos proyectos o desafíos, a través de la empatía, optimismo, iteración, confianza creativa, experimentación y una aceptación de la ambigüedad y el fracaso.
Es una metodología para resolver problemas y accionar soluciones. Según sus bases debemos centrarnos en 3 aspectos para empezar a idear en base al Design Thinking:
01
Integrar las necesidades de la gente en la idea. ¿Qué necesitamos?
02
las posibilidades que ofrece la tecnología. ¿Con qué se puede hacer?
03
Medir las expectativas de éxito de las empresas. ¿Puedo embarcarme en este proyecto?
Nuestro mundo es cada vez más complejo y difícil interpretar. Múltiples fuerzas (tecnológicas, regulatorias, sociales, medioambientales, etc.) actúan en un contexto dado para dar forma a las reglas de lo que es posible y probable. Descubrir las oportunidades más valiosas es un desafío cada vez mayor para los innovadores, por esto hoy es aún más necesario incorporar un nuevo conjunto de herramientas basado en el pensamiento de diseño, promoviendo nuevas formas de colaboración, conocimiento y aprendizaje.
Para crear innovaciones significativas, se debe conocer a los usuarios y preocuparse por sus vidas.
Enmarcar el problema correcto es la única forma de crear la solución correcta.
No se trata de tener la idea correcta, sino que de generar una gama muy amplia de posibilidades.
Construir para probar y probar para aprender.
Para crecer se necesita una estrategia y toda estrategia necesita tener y generar valor.