DESIGN THINKING

Nuestro mundo es cada vez más complejo y difícil interpretar. Múltiples fuerzas (tecnológicas, regulatorias, sociales, medioambientales, etc.) actúan en un contexto dado para dar forma a las reglas de lo que es posible y probable. Descubrir las oportunidades más valiosas es un desafío cada vez mayor para los innovadores, por esto hoy es aún más necesario incorporar un nuevo conjunto de herramientas basado en el pensamiento de diseño, promoviendo nuevas formas de colaboración, conocimiento y aprendizaje.

El Design Thinking -o Pensamiento de Diseño- es una metodología centrada en las personas, con el objetivo de resolver problemáticas mediante un enfoque creativo y empático. Este método surge de una exploración de la teoría y la práctica en una variedad de disciplinas y ciencias, permitiendo abordar desafíos y necesidades tanto de la sociedad como de las personas que la componen, con una aproximación interdisciplinaria. Brinda la posibilidad de trabajar para y con las comunidades, propiciando el desarrollo de soluciones innovadoras y con impacto.

Esta metodología está compuesta por cinco etapas que sirven como guía durante la elaboración de un proyecto y su proceso de ejecución. Las etapas originales de esta metodología son Empatizar, Definir, Idear, Propotipar y Testear, sin embargo, las mismas pueden ser adaptadas según el contexto en el que se aplican.

Es una metodología para resolver problemas y accionar soluciones. Según sus bases debemos centrarnos en 3 aspectos para empezar a idear en base al Design Thinking:

Deseabilidad: Integrar las necesidades de la gente en la idea. ¿Qué necesitamos?

Factibilidad: las posibilidades que ofrece la tecnología. ¿Con qué se puede hacer?

Viabilidad: Medir las expectativas de éxito de las empresas. ¿Puedo embarcarme en este proyecto?